Codificador absoluto

Los codificadores absolutos miden la posición angular absoluta o real. Se oponen a los codificadores incrementales que miden el cambio de la posición angular. La prueba para saber si se trata de un codificador absoluto o incremental es lo que ocurre al encenderlo. Si es necesario agitar el codificador o realizar una serie de movimientos para determinar su posición, se trata de un codificador incremental. Si indica su posición sin necesidad de movimientos, se trata de un codificador absoluto.

Los codificadores absolutos normalmente producen un flujo de datos digitales, como un interfaz de serie sincrónica (SSI, por sus siglas en inglés) o una señal analógica como 0-10 V o 4-20 mA. Los codificadores incrementales normalmente proporcionan pulsos que se suelen denominar pulsos A/B o codificadores «A quad B».

Tradicionalmente el coste de un codificador absoluto es superior en comparación con un codificador incremental. Esto sigue siendo vigente, pero la diferencia está disminuyendo a medida que los codificadores absolutos son cada vez más preferibles ante los codificadores incrementales.

Por desgracia, algunos fabricantes menos honestos comercializan los codificadores incrementales como absolutos, puesto que el movimiento necesario al inicio es pequeño. En realidad, se trata de codificadores incrementales con un marketing audaz.

Los codificadores ópticos son el tipo más común de codificador del mercado y pueden ofrecer buen rendimiento de medición. No están muy bien adaptados para entornos complicados con temperaturas extremas, golpes, vibración, fluidos o partículas extrañas. En entornos más agresivos la elección cada vez más popular para la codificación absoluta es el codificador inductivo o incoder.