Cuando se aplica el par motor cero, las señales de los dos resolucionadores muestran cambio de fase cero. Cuando se aplica el par motor, la fase de una salida aparece para cambiar respecto a la otra. Por consiguiente, el cambio de fase es directamente proporcional al par motor aplicado. Al utilizar un resolucionador multivelocidad con alto número de ciclos (p.ej. 128) solo son necesarios pocos giros para producir un cambio de fase significativo. Dicho de otra manera, es una técnica muy sensible y apta para medir giros de <1 grado o incluso <0,1 grados. Esto significa que el eje no tiene por qué ser necesariamente largo. De hecho, la longitud del eje necesaria para esta técnica puede ser <25 mm. Esto se puede conseguir utilizando un eje intencionadamente flexible o colocando los resolucionadores de forma concéntrica, uno dentro del otro, y conectar las partes interiores y exteriores del eje utilizando un muelle de torsión (muy) rígido.
A diferencia de los extensómetros, los resolucionadores son popularmente resistentes, fiables y precisos, por esta razón se eligen para las aplicaciones difíciles en equipos aeroespaciales, militares, de petróleo y gas. Puesto que son dispositivos sin contacto, no hay necesidad de utilizar anillos colectores o transporte de señales de radiofrecuencia.
Entonces, ¿por qué esta técnica ha caído en desuso? Quizás una de las razones es que también los resolucionadores han perdido popularidad. Los resolucionadores Slab (planos con un gran hueco en el medio) tienen la forma ideal para medir el par motor, pero son notablemente caros. Además, la especificación de los componentes electrónicos de accionamiento y procesado puede ser difícil. Puesto que los ingenieros actuales están mayormente familiarizados con la electrónica digital, quizás sean reacios a enfrentarse a la electrónica analógica y medición de fases del eje de señales CA.
La nueva generación de sensores inductivos
Actualmente los resolucionadores se están sustituyendo cada vez más por sus equivalentes modernos: los codificadores inductivos o «incoders». Los incoders funcionan utilizando los mismos principios inductivos que un resolucionador, pero utilizan circuitos impresos en lugar de voluminosas construcciones de transformador de bobinados. Esto es importante a la hora de minimizar el volumen, el peso y el costo del incoder y al mismo tiempo maximizar el rendimiento de medición. Los incoders también ofrecen una interfaz eléctrica simple y sencilla de utilizar: alimentación CC y salida de datos en serie. Puesto que los incoders se basan en los mismos principios físicos que un resolucionador, ofrecen el mismo tipo de ventajas operativas: alta precisión, medición fiable en entornos complicados. Además, tienen el factor forma perfecto para la medición de ángulos: planos con un gran hueco en el medio. Esto permite pasar el eje por el hueco central del estátor del incoder con el rotor fijado directamente al eje en rotación. Así se elimina la necesidad de utilizar anillos colectores, así como resolucionadores.