Se vende aproximadamente una cantidad de sensores incrementales tres veces superior a la de sensores absolutos. El motivo principal es que un sensor incremental suele ser más económico que un sensor absoluto de rendimiento comparable.
Todo cambia y actualmente los sensores absolutos no son tan caros como mucha gente cree. Un cambio hacia la medición de posición absoluta (sin contacto) puede ofrecer un mejor rendimiento, mayor precisión y menores costes generales. Esto se debe a que puede haber problemas prácticos con el enfoque de sensor incremental. El más obvio es que cada vez que se pierde el suministro de energía, el sistema debe realizar un paso de calibración que ralentiza el rendimiento del sistema y puede tener implicaciones de seguridad si se pierde el suministro de energía de repente.
En segundo lugar, la posición se calcula mediante el recuento desde una marca de referencia. En algunos casos, especialmente con cambios de variación en el suministro de tensión y de posición de alta velocidad, se puede perder el recuento. Tiene un efecto potencialmente catastrófico en el funcionamiento que, si no se comprueba, puede provocar un funcionamiento prolongado sin sincronización. La mayoría de los sensores incrementales son ópticos y, para proporcionar lecturas de alta resolución, se deben utilizar características más finas en la rejilla óptica, a veces las características miden solamente un radio de unas micras. Aunque estas características precisas aumentan la sensibilidad, también implica que son más delicadas y susceptibles a partículas extrañas. La humedad, la grasa o la suciedad pueden provocar que un dispositivo óptico deje de funcionar o, peor aún, genere lecturas incorrectas.
La diferencia en el precio entre los sensores incrementales y absolutos se ha reducido en los últimos años, en parte debido a un mayor uso de sensores absolutos pero, sobre todo, por la introducción de nuevas técnicas de detección absoluta. Aunque los sensores ópticos siguen siendo la elección automática para algunos ingenieros, la nueva generación de dispositivos inductivos ofrece sensores de posición absolutos y precisos que no se ven afectados por entornos complicados.
En lugar de una rejilla o y un sensor óptico, estos dispositivos inductivos utilizan bobinados laminados e impresos y sus principios de funcionamiento principales son parecidos a los de un transformador o resolucionador. La física fundamental permite que existan sensores de alta resolución, ligeros, compactos y absolutos que no dependen de características ópticas que hagan pasar una fuente de luz. Además de ser absolutos, tienen otras ventajas que no tienen los sensores ópticos. En primer lugar, no se ven afectados por partículas extrañas como suciedad o humedad. En segundo lugar, su rendimiento de medición no se suele ver afectado por compensaciones o tolerancias de montaje elevadas. Esto significa que no necesitan sus propias carcasas de precisión o conjuntos de cojinetes, sino que se pueden instalar en la parte mecánica del sistema huésped, por ejemplo: una carcasa de motor o caja de cambios. A cambio, permite una simplificación radical, una reducción del peso y el tamaño de las partes mecánicas mediante la eliminación de cojinetes, ejes, acoplamientos, sellos. Esta nueva generación de dispositivos inductivos tiene una ventaja y es que se pueden disponer con una apertura de tamaño considerable para permitir que pase el eje, los cables o los anillos colectores del equipo del huésped. Desde el punto de vista del ingeniero de diseño, este nuevo enfoque implica que el rendimiento de medición absoluta se ofrece al mismo precio que el dispositivo incremental tradicional.